Grafoterapia

automático, el restablecimiento de las zonas encefálicas correspondientes a la inhibición o excitación de los diferentes estados psicosomáticos.  Este restablecimiento tiene que llegar a manifestarse como un estereotipo estático, con el fin de que no se rompa por otro estereotipo dinámico, al cual vamos a estar expuestos de una forma más o menos continuada.

En algunas ocasiones, existe una resistencia inicial a la elaboración de un estereotipo por la complejidad existente de estímulos de carácter interno, que autoproduce el propio individuo, quedando estos relegados a un segundo plano cuando se adquiere un control de carácter inconsciente sobre la propia escritura, que no es ni más ni menos que un control sobre las enfermedades o comportamientos que estemos corrigiendo.

Los beneficios de la Grafoterapia son muy importantes y significativos siempre y cuando su utilización sea la correcta tanto por el paciente como por el grafoterapeuta que se encargue de poner la terapia más adecuada según las alteraciones a tratar.

La Grafoterapia se puede utilizar para corregir prácticamente todas la alteraciones psicosomáticas, entendiendo éstas como la capacidad que tiene de enfermar un ser humano desde un punto de vista global, ya que a través del método de Grafología Aplicada siempre comprobamos que cuando existe una forma de comportamiento negativa, aparece una alteración física que puede derivar en una enfermedad, todo depende de lo negativo del comportamiento.

Va dirigida a todas aquellas personas que desean dar un cambio real en su vida, pero no saben cómo hacerlo y a aquellos que quieran tener mayor calidad de vida a cualquier nivel.

La edad a la que se puede utilizar es a partir del momento en que comenzamos a escribir, hasta que dejemos de hacerlo en la senectud, es inversamente proporcional a la edad, es decir, cuanto más joven se es, más rápida y efectiva es ella, dado que a temprana edad el aprendizaje es mayor por estar la mente más virgen y poseer menos traumas adquiridos.